Campos deforestados: Productores deberán compartir información productiva


A partir de 2025, los productores agrícolas en Argentina deberán certificar que sus cultivos campos no fueron producidos en lugares deforestados, una medida impulsada por la Unión Europea para cumplir con sus estándares ambientales. Para facilitar este proceso, la nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que reemplaza a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), estableció un sistema en línea que permite a los productores compartir información productiva con el fin de cumplir con esta nueva normativa internacional.

Nuevo sistema de información y certificación

Según la Resolución General 5594/2024, los productores tendrán acceso al “Sistema de Información Simplificado Agrícola” (SISA), una plataforma digital donde podrán compartir sus datos productivos para certificar la trazabilidad de los granos. En SISA, los productores encontrarán la opción “Compartir datos IP”, la cual permite seleccionar a una persona jurídica registrada en el “Directorio de Esquemas de Diferenciación Agroindustriales”, creado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía. Este nuevo directorio tiene como objetivo promover esquemas de diferenciación agroindustrial que cumplan con regulaciones internacionales y mejorar el acceso a mercados internacionales para productos argentinos.

El directorio estará disponible en el micrositio “Actividades Agropecuarias”, donde se publicará la lista de personas jurídicas autorizadas para recibir la información. Al compartir sus datos a través del sistema SISA, los productores agilizan el proceso de certificación y facilitan la verificación de prácticas agrícolas sin deforestación, un requisito que, de no cumplirse, podría limitar el acceso a mercados como el europeo.

Certificación de campos no deforestados: un requisito para exportar a Europa

Campos, deforestados

La exigencia de certificación de no deforestación forma parte de las políticas de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático de la Unión Europea, que busca garantizar que los productos importados no hayan contribuido a la deforestación. Con esta normativa, a partir de 2025 los granos argentinos deberán demostrar su origen sostenible para ingresar al mercado europeo, y la información proporcionada en el SISA servirá para este propósito. Los productores (a excepción de aquellos que trabajan con derivados de granos) deberán incluir en el sistema información detallada sobre sus prácticas agrícolas y demostrar que sus cultivos no provienen de terrenos deforestados.

Para cumplir con estas nuevas normativas, ARCA también dispondrá la información compartida en el Domicilio Fiscal Electrónico de las entidades seleccionadas, simplificando el acceso a los datos necesarios para la certificación de trazabilidad. Esto permitirá a las personas jurídicas verificar el cumplimiento de estándares ambientales de los productos y facilitará el proceso de exportación, al mismo tiempo que responde a las demandas de sostenibilidad y transparencia de los mercados internacionales.

La Resolución General 5594/2024, que fue publicada recientemente en el Boletín Oficial, comenzará a aplicarse con las presentaciones de la campaña agrícola 2024/2025, a partir del 1 de octubre de 2024. Esta norma permitirá a los productores anticiparse a los requisitos de la Unión Europea, cumpliendo con la certificación necesaria y ampliando sus oportunidades de exportación en un mercado donde las prácticas sostenibles son cada vez más valoradas.

Hacia una agroindustria más transparente y sostenible

La creación del Directorio de Esquemas de Diferenciación Agroindustriales marca un avance hacia la integración de prácticas de sostenibilidad en la agroindustria argentina, promoviendo la adopción de estándares internacionales que podrían abrir nuevas oportunidades de negocio. Al compartir información productiva mediante una plataforma oficial como SISA, los productores podrán demostrar prácticas sostenibles, un paso crucial para acceder a mercados extranjeros que priorizan el respeto por el medio ambiente.

Además de facilitar la exportación, esta normativa responde a una tendencia creciente en el sector agroindustrial global, que exige cada vez más transparencia y sustentabilidad. La cooperación entre los sectores público y privado en el cumplimiento de estas regulaciones podría posicionar a la Argentina como un país comprometido con la sostenibilidad, fortaleciendo su competitividad en el contexto de una economía global en transformación.

Con estas normativas, Argentina no solo busca satisfacer las demandas de los mercados europeos, sino también sentar las bases para una industria agropecuaria más responsable y consciente de su impacto ambiental, un aspecto cada vez más crucial para su proyección y crecimiento en el mercado global.