El búfalo empezó a crecer fuerte en el norte argentino
La producción de búfalo en Argentina ha demostrado ser una alternativa rentable y sostenible frente al ganado vacuno, con un aumento significativo en la población de esta especie en las últimas tres décadas. Con una rentabilidad en el engorde superior al 10% en comparación con el ganado vacuno y buenas tasas de preñez, la cría de búfalo se presenta como una opción viable y eficiente en regiones con limitaciones productivas. Estos datos fueron resaltados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) durante la Expo Rural, destacando el potencial productivo del búfalo en condiciones desafiantes.
Evolución y distribución de la producción
La producción de búfalo en Argentina comenzó hace más de 30 años y ha experimentado un crecimiento notable. En 1993, el país contaba con una base de 4.000 cabezas de búfalo, cifra que ha aumentado a 190.260 en 2024. Este crecimiento del 54% en los últimos 10 años refleja la adaptación exitosa de la especie a las condiciones locales. Actualmente, la población de búfalos se concentra principalmente en las provincias de Corrientes (45%), Formosa (21%) y Chaco (15%).
Adaptabilidad y Beneficios Productivos
Irina Martínez, investigadora del INTA Corrientes, destacó durante una presentación en la Expo Rural de Palermo que “el crecimiento exponencial de la producción de ganado bubalino se debe a varios factores, principalmente a la adaptación de las condiciones climáticas de la región, la posibilidad de hacer cría, recría e invernada y tener animales doble propósito (carne y leche)”.
Una de las características más destacadas del búfalo es su rusticidad y bajos costos sanitarios. Martínez señaló que, al tener un cuero más grueso que el de las vacas y por su hábitat, el búfalo es más resistente a las garrapatas, lo que reduce significativamente los costos de sanidad. Además, los búfalos tienen la capacidad de aprovechar recursos forrajeros de baja calidad en ambientes donde el ganado vacuno produce de forma deficiente. “El ambiente natural del búfalo son las zonas anegadas con aguadas y barro, donde incluso puede regular su temperatura en un clima de hasta 50 grados, en donde el ganado vacuno sufriría estrés térmico”, explicó Martínez.
Indicadores Productivos y Potencial de Expansión
Los indicadores productivos del búfalo en Corrientes son impresionantes: tasas de preñez del 80 al 90%, destete con 230 kg a los 10 meses, terminación del búfalo gordo a los 2 años con 500 kg, producción de un becerro por año y una longevidad promedio de 18 años. Estas cualidades productivas, junto con el bajo uso de recursos forrajeros, hacen del búfalo una opción atractiva para los productores.
En Corrientes, existen cerca de 1.000.000 de hectáreas disponibles para la producción de búfalo, capaces de albergar más de 497.588 cabezas bubalinas. La rentabilidad de engorde del búfalo es notable, con un crecimiento anual del 8 al 12% en comparación con el ganado vacuno.
Estrategias del INTA y Colaboración con Productores
El INTA Corrientes lleva adelante diversas estrategias para generar datos productivos locales, facilitando la colaboración con universidades e instituciones para la transferencia de conocimientos y tecnologías. Este enfoque permite a los productores acceder a herramientas productivas que optimizan la cría y el manejo del búfalo.
“Sin el trabajo de los productores y cada agencia del INTA en el territorio no se tendría información sobre la carne y la leche, sobre sanidad, sobre el sistema de forraje y qué carga animal se le tiene que dar, para conseguir las tecnologías necesarias para su producción”, concluyó Martínez.
La presentación del INTA se llevó a cabo en el marco de la Expo Rural, un evento en el que participa junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía y que se realiza hasta el 28 de julio. Este tipo de exposiciones permite visibilizar los avances y el potencial de la producción, promoviendo un enfoque más sostenible y rentable en la ganadería argentina.
En resumen, la producción en Argentina no solo se presenta como una alternativa viable y rentable frente al ganado vacuno, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental y al desarrollo económico de regiones con limitaciones productivas. Con el apoyo del INTA y la colaboración de los productores, el futuro de la cría de búfalo en Argentina parece prometedor, ofreciendo una opción productiva eficiente y resiliente ante los desafíos climáticos y económicos.