Brucelosis bovina: una amenaza para la salud animal y humana
La brucelosis bovina es una enfermedad infecciosa que afecta al ganado y puede transmitirse a los seres humanos. También conocida como aborto infeccioso en el ganado y fiebre ondulante en las personas, debido a las fiebres intermitentes que provoca, esta enfermedad representa un desafío significativo para la salud pública y la producción agropecuaria. A pesar de que ha sido erradicada en gran parte de los Estados Unidos, persiste en manadas de alces y bisontes en la región del Gran Yellowstone, desde donde ocasionalmente se transmite al ganado doméstico.
El periodo de incubación y sus efectos en el ganado
La brucelosis bovina tiene un periodo de incubación que varía desde dos semanas hasta varios meses, dependiendo del estado reproductivo del animal al momento de la infección. En las terneras, la enfermedad puede permanecer latente, manifestándose únicamente cuando estas abortan tras alcanzar la adultez. Las vacas infectadas no siempre muestran síntomas evidentes, pero algunas se convierten en portadoras crónicas, excretando la bacteria a través de la leche y las secreciones uterinas durante toda su vida.
Los signos más comunes en las vacas preñadas incluyen abortos, nacimientos de terneros débiles y descargas vaginales. Los abortos suelen ocurrir entre el quinto y séptimo mes de gestación. Aunque los terneros nacidos de vacas infectadas pueden parecer sanos, estas vacas continúan siendo portadoras de la enfermedad, afectando la producción de leche y las tasas de fertilidad. Otros síntomas incluyen retención de la placenta, infecciones uterinas y orquitis en los toros (inflamación de los testículos), lo que impacta la capacidad reproductiva del rebaño.
Impacto en la salud humana
La brucelosis bovina no solo afecta a los animales, sino que también puede transmitirse a las personas, generando serias implicaciones para la salud pública. Los humanos infectados experimentan síntomas como fatiga, fiebre alta, dolores de cabeza, escalofríos, dolor articular y de espalda. En los hombres, la enfermedad puede causar orquitis, y en casos graves, complicaciones como meningitis.
La principal vía de infección para las personas es el consumo de productos lácteos elaborados con leche cruda, como quesos frescos importados. Sin embargo, no existe riesgo al consumir productos cocinados, ya que las temperaturas de cocción eliminan la bacteria. Además, el contacto directo con secreciones reproductivas de animales infectados representa un peligro para trabajadores del sector ganadero, especialmente si no se toman las medidas de precaución necesarias.
Prevención: clave para controlar la brucelosis
Prevenir la brucelosis bovina es esencial tanto para proteger al ganado como para salvaguardar la salud humana. En el caso de los animales, las leyes en estados como California exigen la vacunación de hembras entre los 4 y 12 meses de edad. Asimismo, todo ganado lechero hembra de 4 meses o más debe ser vacunado antes de cualquier cambio de propietario, o de lo contrario, debe ser enviado directamente al sacrificio o a lotes de engorde destinados al sacrificio. Los toros, novillos y hembras castradas están exentos de esta regulación.
Para los humanos, la prevención radica en consumir únicamente productos lácteos pasteurizados y mantener estrictas prácticas de higiene en el manejo del ganado. Los trabajadores deben usar guantes al asistir partos o manejar placentas y fetos abortados, y lavarse siempre las manos con agua y jabón tras realizar estas tareas. Estas medidas son fundamentales para minimizar el riesgo de contagio.
A pesar de los avances en el control de la brucelosis bovina, la enfermedad persiste en ciertas regiones y representa un riesgo latente. La erradicación total depende de un esfuerzo coordinado entre autoridades sanitarias, ganaderos y consumidores. El fortalecimiento de los programas de vacunación, el cumplimiento de normativas de seguridad alimentaria y la educación de la población son herramientas esenciales para contener esta enfermedad y proteger tanto la producción ganadera como la salud pública.