Nuevo brote en Misiones: la rabia paresiante enciende alertas en el NEA
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El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó un nuevo brote de rabia paresiante en Misiones, específicamente en la localidad de Puerto Caraguatay, Montecarlo. Este caso se suma a otro detectado hace apenas una semana en San Vicente, en la misma provincia, y a un brote previo registrado en Formosa a finales de enero.
Esta situación genera preocupación en la región del Noreste Argentino (NEA), donde se han activado protocolos sanitarios para contener la propagación de la enfermedad. La rabia paresiante es una enfermedad viral transmitida por la mordedura de murciélagos hematófagos o “vampiros”, que se alimentan de la sangre de los animales. Su impacto en la ganadería puede ser severo, ya que afecta el sistema nervioso de los bovinos, provocando parálisis y la muerte.
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Medidas sanitarias implementadas
Ante la confirmación del nuevo caso en Puerto Caraguatay, Senasa activó los protocolos de emergencia, los cuales incluyen:
- Vacunación obligatoria de todas las especies susceptibles (bovinos, equinos, caprinos, porcinos y ovinos) dentro del establecimiento afectado y en un radio de 10 km a la redonda.
- Interdicción de los establecimientos donde se detectaron los casos positivos y de las unidades productivas dentro de esa área.
- Monitoreo y vigilancia epidemiológica para detectar posibles nuevos focos de la enfermedad.
Senasa aclaró que la vacunación es responsabilidad del productor, quien debe utilizar vacunas aprobadas por el organismo. El esquema de inmunización en animales que reciben la vacuna por primera vez consiste en una primera dosis y un refuerzo entre 30 y 60 días después, seguido de revacunaciones anuales.
“Se recomienda registrar la vacunación ante Senasa, disponer adecuadamente de los cadáveres de animales infectados mediante entierro o incineración, no delegar la toma de muestras a terceros y reportar posibles refugios de vampiros. En caso de confirmarse su presencia, serán georreferenciados y reportados al Programa Nacional de Rabia”, explicó el organismo en un comunicado.
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Impacto en la ganadería y la salud pública
La rabia paresiante no solo representa un problema sanitario para la ganadería, sino que también es una zoonosis mortal, es decir, puede transmitirse de los animales a los seres humanos. Por ello, las autoridades sanitarias instan a la población a evitar el contacto con animales enfermos, muertos o que presenten signos clínicos compatibles con la enfermedad, como dificultad para caminar, parálisis progresiva y salivación excesiva.
El control de la rabia paresiante es clave para evitar pérdidas económicas en el sector ganadero. La enfermedad genera la muerte de animales y restricciones comerciales, afectando directamente a los productores. Además, la prevención resulta fundamental para evitar la transmisión a las personas, ya que la rabia no tiene cura una vez que aparecen los síntomas.
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Cómo reportar casos sospechosos de rabia
Senasa insta a los productores y veterinarios a notificar cualquier sospecha de rabia paresiante de manera inmediata a través de los siguientes canales:
- Oficina de Senasa más cercana.
- Vía WhatsApp al (11) 5700 5704.
- Correo electrónico: [email protected].
- Formulario “Avisá al Senasa” en el sitio web oficial.
La colaboración entre productores, veterinarios y organismos sanitarios es esencial para frenar la expansión de la rabia paresiante en el NEA. Con una rápida respuesta y el cumplimiento de las medidas de prevención, se busca minimizar el impacto de esta enfermedad en la ganadería y la salud pública.