Brangus: la sorprendente expansión en Argentina y América


Mauricio Groppo, presidente de la Asociación de Criadores de Brangus y productor en Bell Ville, Córdoba, destaca con entusiasmo el crecimiento de la raza Brangus en América Latina. Esta raza sintética, que combina las cualidades de Angus y Brahman (o Nelore), fue desarrollada hace unos 50 años en Argentina para adaptarse mejor a las condiciones climáticas del norte del país. Actualmente, el Brangus argentino ganóprotagonismo en mercados internacionales, especialmente en Paraguay, Brasil y Colombia, donde su genética es muy apreciada por su capacidad para adaptarse a climas cálidos y ásperos.

Porqué el crecimiento de Brangus

“En estos países se está haciendo mucho con la raza Brangus, especialmente con genética que estamos exportando desde Argentina. Nuestra Brangus está muy bien posicionada a nivel mundial, superando incluso al Angus en exportaciones hacia zonas subtrópicas donde el Angus puro no se adaptaría”, explicó Groppo en diálogo con Bichos de Campo. La Asociación de Criadores de Brangus creció exponencialmente y cuenta con cerca de 500 afiliados, además de registrar anualmente alrededor de 40,000 animales. Este aumento en la producción permitió a los productores expandirse y satisfacer la demanda de genética en el extranjero, en un escenario que Groppo considera “impensado hace 17 años”.

La clave del éxito de Brangus radica en su combinación de rusticidad y calidad de carne. Esta raza fue diseñada para funcionar bien en áreas cálidas, con el objetivo de que el Brahman aporte resistencia y rusticidad, mientras que el Angus brinda calidad en la carne. Según Groppo, “estas razas sintéticas están hechas para trabajar en zonas que van desde áreas templadas hacia el subtrópico”, adaptándose así a diversos ambientes y necesidades de los productores en regiones del norte de Argentina y en países vecinos con climas similares.

Raza, brangus, argentina

A pesar del éxito en la expansión de Brangus, Groppo subraya que el sector ganadero necesita apoyo político que le brinde previsibilidad a largo plazo. Dado que el ciclo productivo de los animales es largo —una vaquillona recién se preña a los 24 meses y un novillo también está listo en dos años—, el proceso completo dura al menos cuatro años, similar a un mandato político. Esto, según Groppo, genera una dependencia significativa de la estabilidad de las políticas públicas. “Nosotros necesitamos al menos tres o cuatro ciclos adelante para tener previsibilidad, y en los que no nos cambien las reglas del juego”, puntualizó.

Argentina, si bien enfrenta desafíos internos, continúa consolidándose como líder en genética Brangus a nivel mundial. Además de su éxito en el mercado latinoamericano, otros países como Estados Unidos, Australia y Sudáfrica también trabajan en desarrollar esta raza, aunque Argentina se mantiene a la cabeza en esta categoría. Este posicionamiento es el resultado de décadas de esfuerzo y adaptación en una actividad que, como toda la ganadería, demanda tiempo y proyección a largo plazo.