Qué son los bioestimulantes que revolucionan la agricultura


Los bioestimulantes agrícolas emergen como una herramienta revolucionaria para mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes, incrementar la resistencia de las plantas al estrés y promover la sostenibilidad en la producción. En un contexto donde la agricultura enfrenta desafíos sin precedentes en la actualidad: aumentar la productividad de los cultivos mientras se optimiza el uso de recursos y se protege el medio ambiente.

El mercado en expansión de los bioestimulantes

Los bioestimulantes son productos biológicos que, junto con los fitosanitarios tradicionales, mejoran los procesos metabólicos de las plantas, traduciéndose en un rendimiento superior de los cultivos. A nivel global, el mercado de ingredientes activos de estas soluciones orgánicas alcanzó los 3.400 millones de dólares en 2023, y se proyecta que triplicará su valor para 2030. Este crecimiento subraya la creciente aceptación de los bioestimulantes como una parte integral de la agricultura moderna.

Funciones y beneficios de los bioestimulantes

Estos compuestos naturales activan diversos mecanismos en las plantas, tales como:

  • Mejora en la eficiencia del uso del agua: Optimizan la capacidad de las plantas para manejar y utilizar el agua disponible.
  • Adaptación morfológica: Facilitan ajustes en la estructura de las plantas para mejorar su supervivencia y productividad.
  • Activación de sistemas enzimáticos y modulación de fitohormonas: Regulan el crecimiento y las respuestas al estrés.
  • Ajuste osmótico: Ayudan a las plantas a mantener el equilibrio hídrico bajo condiciones adversas.

El uso de bioestimulantes permite que las plantas crezcan más sanas y productivas, mejorando la estructura del suelo, la aireación, el equilibrio hídrico y la actividad microbiológica. Además, contribuyen a proteger las plantas contra el estrés abiótico, lo que es crucial para enfrentar los desafíos climáticos actuales.

Tipos de bioestimulantes y sus aplicaciones

Los bioestimulantes se dividen en varias categorías, cada una con sus propios beneficios:

  • Aminoácidos y péptidos: Derivados de proteínas, ayudan a fortalecer las plantas y mejorar su resistencia al estrés.
  • Ácidos húmicos y fúlvicos: Mejoran la estructura del suelo y facilitan la absorción de nutrientes.
  • Hormonas vegetales: Incluyen giberelinas, auxinas y citoquininas, que regulan el crecimiento y desarrollo de las plantas.
  • Microencapsulados: Mejoran la estabilidad y durabilidad de los productos en condiciones de campo.
  • Microbianos: Contienen microorganismos beneficiosos, como rizobacterias promotoras de crecimiento (PGPR).
  • Microalgas: Aportan beneficios ambientales y contribuyen a la sostenibilidad.
  • Microorganismos benéficos: Incluyen bacterias y hongos que promueven el crecimiento de las plantas y combaten patógenos en el suelo.
Bioestimulantes, agricultura

Innovación en soluciones orgánicas

En este escenario, ALZ-Agro se destaca por su desarrollo de biosoluciones avanzadas, como Smartfoil y Evolutio.

  • Smartfoil es un estimulante líquido orgánico de origen vegetal, formulado para mitigar el impacto del estrés abiótico en cultivos clave como soja, maíz y trigo. Contiene metabolitos de fermentación provenientes de levaduras (Saccharomyces cerevisiae), que ayudan a las plantas a adaptarse a condiciones adversas como sequías y temperaturas extremas.
  • Evolutio es un bioactivador 100% orgánico compuesto por fracciones inertes de levadura y una variedad de minerales e hidratos de carbono. Estimula la actividad fotosintética de las plantas, mejora la productividad y contribuye a un manejo más eficiente y sostenible de los cultivos.

El futuro de los bioestimulantes en la agricultura

En los próximos años, los bioestimulantes naturales y sintéticos, así como los inoculantes microbianos, desempeñarán un papel crucial en la promoción de sistemas de producción agrícola ecológicos y sostenibles. Productos como Smartfoil y Evolutio serán esenciales para crear agroecosistemas más resilientes y productivos, ayudando a enfrentar los desafíos ambientales y climáticos actuales.

La revolución de los bioestimulantes está en marcha, y su impacto en la agricultura será profundo. A medida que la industria avanza, estos productos contribuirán a un futuro más sostenible y eficiente para el sector agrícola global.