El Gobierno oficializó la baja de retenciones: los detalles del Decreto 38/2025
El Gobierno formalizó la tan esperada reducción de las retenciones para productos agrícolas clave como la soja, el trigo y el maíz, a través del Decreto 38/2025. Esta medida, anunciada previamente por el Ministerio de Economía, también incluye la eliminación de los derechos de exportación para economías regionales. Sin embargo, para acceder al beneficio, los exportadores deberán cumplir una condición clave: liquidar divisas en tiempo y forma.
El decreto establece que los exportadores que deseen aprovechar la baja en las retenciones deberán liquidar al menos el 95 % de las divisas correspondientes a las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) en un plazo máximo de 15 días hábiles. Este periodo comienza a contar desde la entrada en vigencia de la medida o la presentación de la DJVE.
El incumplimiento de este plazo implicará que los exportadores tributen la alícuota completa que estaba vigente antes de la reducción. Asimismo, el beneficio será aplicable únicamente a quienes presenten sus DJVE o permisos de embarque hasta el 30 de junio de 2025, inclusive.
Detalles de las nuevas alícuotas
El esquema de reducción establece que la soja pagará una alícuota del 26 %, mientras que sus derivados, como harinas y aceites, tributarán un 24,5 %. En el caso del trigo y el maíz, la reducción fija el derecho de exportación en un 9,5 %.
Además, ciertos subproductos recibirán un tratamiento especial:
- Maíz pisingallo: 0 % de retenciones.
- Maíz flint (a granel): 5,5 %.
- Harinas de cereales: 4 %.
- Girasol: 5,5 %, mientras que las semillas descascaradas estarán exentas.
Por otro lado, productos de economías regionales como el azúcar, el algodón, el cuero bovino, el tabaco, la forestoindustria y el arroz, entre otros, también pasarán a tributar 0 %.
Impacto de las retenciones en las economías regionales y agroindustriales
El Gobierno argumentó que la medida busca fomentar el valor agregado y mejorar la competitividad de las cadenas productivas. En particular, se priorizaron productos agroindustriales, insumos básicos industriales y lácteos, dado que las exportaciones de este sector representan más del 60 % del total exportado por el país.
Además, se destacó que el sector agropecuario enfrenta desafíos importantes derivados de condiciones climáticas adversas, que han reducido los rendimientos de los cultivos, y de la caída de los precios internacionales. En este contexto, el alivio fiscal pretende promover un incremento en las exportaciones, mejorar los ingresos de productores y elaboradores, y fortalecer el desarrollo de las economías regionales.
El Ministerio de Economía subrayó que la decisión también tiene como objetivo estimular la inversión y el desarrollo sostenible de las regiones productivas del interior. Al reducir las retenciones, se busca no solo aliviar la presión fiscal sobre el sector agropecuario, sino también generar condiciones para un mayor arraigo, la diversificación productiva y una mejora en la calidad de los productos argentinos en los mercados internacionales.
Las reacciones por parte del sector agropecuario han sido diversas. Si bien la baja de retenciones ha sido bien recibida como un paso en la dirección correcta, los productores y exportadores han señalado que el éxito de esta medida dependerá de su implementación efectiva y de su sostenibilidad a largo plazo. Muchos sostienen que, más allá de los beneficios fiscales, es necesario abordar problemas estructurales como la mejora de la infraestructura, la conectividad y la seguridad en las regiones productivas.
Por ahora, el desafío para los exportadores será cumplir con los plazos establecidos para la liquidación de divisas, mientras que el Gobierno buscará que esta medida se traduzca en un incremento tangible de las exportaciones y en una recuperación del sector agroindustrial.