Argentina y un acuerdo para la tecnología digital en el campo


La tecnología digital llegó al ámbito rural y está revolucionando la agricultura y los sistemas alimentarios a nivel mundial. Estas herramientas están transformando la agricultura, mejorando la resiliencia de los pequeños agricultores y promoviendo la sostenibilidad de sus medios de vida.

En Argentina, esta transformación digital es impulsada a través del proyecto “Cooperación Sur-Sur: Transformación Digital e Innovación en la Agricultura”, una iniciativa respaldada por la FAO y la República Popular de China. Este programa tiene como objetivo apoyar la recuperación de los medios de vida rurales en 12 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

La Subsecretaría de Mercados Agropecuarios y Negociaciones Internacionales, bajo la Secretaría de Bioeconomía, firmó una carta de compromiso reafirmando su intención de continuar con esta iniciativa. Fernando Villela, a cargo de la cartera, destacó que los aprendizajes y logros obtenidos durante la ejecución del proyecto son esenciales para diseñar e implementar políticas que fomenten la transformación digital en los sectores rurales del país.

Argentina se une así a otros países como México, Costa Rica y Guyana en su compromiso de dar sostenibilidad y ampliar las iniciativas digitales enmarcadas en este proyecto de cooperación.

Encuentro en Bioeconomía

En el marco de este programa, se realizó un encuentro en la Secretaría de Bioeconomía, donde autoridades de la FAO, representantes del gobierno argentino y la embajada de China compartieron sus conclusiones sobre el proyecto piloto. La iniciativa se centra en mejorar la visibilización y comercialización de productos locales con registros de Indicación Geográfica y Denominación de Origen.

Durante el evento, se llevó a cabo un taller de trabajo con productores agropecuarios de diversas regiones del país. Estos productores compartieron sus experiencias sobre las capacitaciones virtuales y presenciales recibidas, y detallaron el impacto positivo de este programa en sus actividades.

Maya Takagi, representante interina de FAO Argentina, destacó que las herramientas digitales permiten a los emprendedores del sector rural posicionarse en nuevos mercados, gestionar sus ventas, conectarse con clientes y planificar sus negocios. Subrayó que aún hay mucho por aprender y avanzar en la transformación digital rural, y que las acciones impulsadas por este proyecto son pasos iniciales importantes para mejorar las condiciones de vida en el campo.

Guo Xiaoyu, agregado agrícola de la Embajada de China, resaltó que el proyecto de la FAO facilita la cooperación entre países del sur global y expresó su deseo de profundizar los lazos entre Argentina y China, además de continuar colaborando en otras iniciativas que promuevan la digitalización en el sector agrícola.

El Papel de la Bioeconomía

Fernando Villela subrayó la importancia de la certificación y trazabilidad dentro de la concepción de la bioeconomía del Gobierno argentino. Indicó que estos elementos son fundamentales para la idea de aumentar significativamente las exportaciones del país. La bioeconomía, según Villela, no solo busca sostenibilidad y eficiencia, sino también posicionar los productos argentinos en mercados internacionales de manera más competitiva y con valor agregado.

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El compromiso de Argentina con la transformación digital en la agricultura no solo responde a las necesidades inmediatas del sector, sino que también busca posicionar al país como un líder en innovación agrícola en la región. La adopción de tecnologías digitales y la cooperación internacional son estrategias clave para enfrentar los desafíos del futuro y asegurar un desarrollo sostenible y resiliente para los agricultores argentinos.

Este esfuerzo conjunto entre la FAO, China y Argentina representa un modelo de cómo la cooperación internacional y la tecnología pueden converger para impulsar el desarrollo rural, mejorar la productividad y promover la sostenibilidad en la agricultura. A medida que estas iniciativas se expanden y evolucionan, se espera que más países se unan y adopten enfoques similares para enfrentar los desafíos agrícolas del siglo XXI.

Fuente: FAO