Argentina trabaja en un un nuevo acuerdo con el FMI
Argentina ha trazado un plan en dos fases para cerrar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una negociación que busca aliviar los vencimientos de deuda, asegurar un desembolso extraordinario y fortalecer las reservas del Banco Central. La estrategia se apoya en las gestiones técnicas del ministro de Economía, Luis Caputo, y el respaldo político del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, considerado un aliado estratégico del presidente argentino, Javier Milei.
Primer paso: Negociaciones técnicas con el de Argentina FMI
El Ministerio de Economía ha delineado un programa que incluye nuevas condiciones para los pagos de capital e intereses de la deuda de 45.000 millones de dólares contraída durante la gestión de Mauricio Macri, con vencimientos extendidos hasta 2034. El objetivo principal es reducir los montos de los vencimientos y prolongar los plazos. A cambio, Caputo se comprometió a mantener las actuales políticas de emisión monetaria, ajuste fiscal y reducción de la inflación.
Caputo liderará las negociaciones con Kristalina Georgieva, directora del FMI, quien ha sido una figura clave en las relaciones recientes. Aunque todavía no está definido si el nuevo programa será bajo la modalidad de Stand-By o de Facilidades Extendidas, el gobierno argentino busca asegurarse un desembolso extraordinario de entre 11.000 y 20.000 millones de dólares para fortalecer la economía y eliminar el cepo cambiario.
La primera etapa contempla reuniones entre el equipo técnico de Economía, liderado por José Luis Daza, Pablo Quirno y Vladimir Werning, con Luis Cubbedu, jefe de la misión del FMI. Estas reuniones, previstas para principios de 2025, son cruciales para establecer un acuerdo técnico sólido antes de elevar el caso al directorio del organismo multilateral.
Segundo paso: Influencia política de Trump
El respaldo político de Trump, que considera a Milei un aliado clave en América Latina, es el eje del segundo paso de la estrategia. Argentina busca capitalizar esta relación para superar objeciones técnicas y políticas dentro del FMI y asegurar la aprobación del acuerdo.
Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025, tiene un poder significativo en el directorio del FMI, donde el voto de Estados Unidos es determinante. El presidente argentino utilizará esta relación para garantizar que el nuevo programa sea aprobado sin necesidad de pasar por el Congreso argentino, un escenario que evitaría complicaciones políticas internas, especialmente en un año electoral.
Milei y Caputo tenían previsto reunirse con Georgieva durante el Foro de Davos, pero la invitación de Trump a su ceremonia de asunción en Washington alteró el cronograma. Sin embargo, esta situación también abre la posibilidad de un diálogo directo entre Milei y Georgieva para detallar los resultados de la reunión con Trump.
Desafíos legales y técnicos
Uno de los principales obstáculos de esta estrategia es la ley vigente que exige la aprobación del Congreso para cualquier nuevo endeudamiento con el FMI. Aunque Trump podría ejercer su influencia para que el Fondo omita este requisito, la falta de respaldo legislativo podría generar desafíos legales en Argentina.
Esta omisión ya ha sido cuestionada en el pasado, cuando Georgieva exigió al gobierno de Alberto Fernández la ratificación parlamentaria para transformar el crédito Stand-By de Macri en un acuerdo de Facilidades Extendidas. Sin embargo, la Casa Rosada parece dispuesta a tomar el riesgo político y jurídico para asegurar el desembolso.
La estrategia argentina representa un equilibrio delicado entre las necesidades económicas urgentes y los riesgos políticos. Mientras el equipo de Milei confía en que el apoyo de Trump será suficiente para superar las objeciones del FMI, críticos advierten sobre las implicancias legales y éticas de tomar nueva deuda sin aprobación parlamentaria.
El éxito de esta estrategia dependerá de la habilidad de Caputo para cerrar un acuerdo técnico convincente y de la capacidad de Milei para movilizar el respaldo político de Trump en el FMI. De lograrlo, Argentina podría obtener un alivio financiero crucial, pero a un alto costo político y legal que podría marcar su gobierno en los próximos años.