Argentina aprueba una nueva soja transgénica resistente a nematodos y herbicidas

El Gobierno nacional autorizó la comercialización de una nueva soja genéticamente modificada que promete revolucionar el sector agrícola. Desarrollada por la empresa BASF, esta biotecnología ofrece resistencia al nematodo del quiste de la soja y a cuatro herbicidas, incluyendo glifosato, glufosinato de amonio, 2,4-D e inhibidores de HPPD.
La aprobación, oficializada mediante una disposición de la Subsecretaría de Producción Agropecuaria y Forestal, convierte a esta soja en la 23° biotecnología transgénica aprobada en Argentina desde la llegada de la histórica soja RR en 1996. Además, es la tercera tecnología de este tipo que recibe el visto bueno desde la asunción del presidente Javier Milei en diciembre de 2023.
El nuevo desarrollo se basa en una mejora de una soja que BASF ya había logrado aprobar el año pasado. La principal novedad es que, además de su resistencia al nematodo del quiste de la soja (Heterodera glycines), ahora también ofrece una mayor tolerancia a herbicidas. Este avance permite a los productores una mayor flexibilidad en el manejo de malezas, optimizando los costos y la productividad del cultivo.
Según el texto publicado en el Boletín Oficial, la autorización incluye la comercialización de la semilla, sus productos y subproductos derivados, así como todas las variedades que surjan del cruzamiento con cualquier soja no modificada genéticamente.

Evaluaciones científicas y regulaciones de la soja
La aprobación de un organismo genéticamente modificado (OGM) en Argentina requiere un exhaustivo proceso de evaluación por parte de distintos organismos técnicos y científicos. En este caso, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) concluyó que la nueva soja no presenta riesgos adicionales en comparación con otras variedades transgénicas previamente aprobadas en el país.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) también realizó un informe en el que determinó que no existen objeciones científicas para su aprobación desde el punto de vista de la seguridad alimentaria humana y animal.
Asimismo, el Comité Técnico Asesor ad honorem sobre Organismos Genéticamente Modificados respaldó su autorización, asegurando que esta soja es tan segura y nutritiva como su contraparte convencional.
Por su parte, la Dirección de Políticas de Mercados de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca descartó cualquier riesgo potencial para la producción y exportación de soja y sus derivados procedentes de esta tecnología.

Requisitos para su comercialización
Si bien la aprobación ya es oficial, la disposición establece que BASF deberá cumplir ciertos requisitos antes de inscribir variedades en el Registro Nacional de Cultivares. En particular, la empresa deberá contar con la evaluación favorable de un plan de manejo de resistencia a nematodos, que será analizado por la Coordinación de Innovación y Biotecnología de la Dirección Nacional de Bioeconomía.
Además, BASF tendrá la obligación de suministrar de inmediato a las autoridades cualquier nueva información científica que pudiera afectar o modificar las conclusiones que respaldaron la autorización de esta biotecnología.
Argentina ha sido históricamente un país pionero en la adopción de biotecnología agrícola, con un fuerte impulso en la producción de soja transgénica. La aprobación de esta nueva variedad refuerza la apuesta del sector agropecuario por tecnologías que mejoren la competitividad, productividad y sostenibilidad del cultivo.

Con una creciente demanda de soluciones para el manejo de malezas y plagas, esta soja resistente a nematodos y múltiples herbicidas podría convertirse en una herramienta clave para los productores. Sin embargo, su impacto en el mercado dependerá de la rapidez con la que BASF logre inscribir variedades y de la aceptación por parte de los agricultores.
A medida que la ciencia y la regulación avanzan, la biotecnología continúa transformando la agricultura argentina, ofreciendo nuevas oportunidades para mejorar los rendimientos y la sustentabilidad de la producción.