Acuerdo con el FMI 2025: cómo será el nuevo esquema de subsidios a la energía

Tras sellar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de Javier Milei avanza con un profundo rediseño en el esquema de subsidios a las tarifas de electricidad y gas natural, con el objetivo de acelerar el recorte del gasto público y avanzar en la desregulación del sistema energético. La reforma, que busca aplicarse antes de fin de año, tendrá un fuerte impacto en los sectores de clase media, que verán reducidas o eliminadas las subvenciones que reciben actualmente.
El esquema de subsidios tras el nuevo acuerdo con el FMI
El nuevo sistema reemplazará el esquema de segmentación vigente, que divide a los usuarios en tres niveles según sus ingresos (altos, medios y bajos), por una única forma de asistencia focalizada exclusivamente en los hogares más vulnerables. Con este cambio, unos tres millones de usuarios pertenecientes a la clase media quedarán fuera del régimen de subsidios para la tarifa eléctrica, y deberán afrontar aumentos significativos en sus facturas.

La Secretaría de Energía, conducida por María Carmen Tettamanti, será la encargada de implementar este nuevo esquema. Según explicaron desde el organismo, la modificación se realizará de forma gradual, comenzando con una reducción progresiva en los descuentos aplicados sobre el precio mayorista de la energía que actualmente se reflejan en las boletas de los usuarios residenciales.
Hasta diciembre de 2024, había en el país 9,5 millones de usuarios de electricidad con tarifa subsidiada: 6,3 millones de ellos integraban el Nivel 2 (ingresos bajos) y 3,2 millones el Nivel 3 (ingresos medios), de un total de 16,2 millones de usuarios. En cuanto al gas, 5,3 millones de los 9,5 millones de hogares residenciales recibían subsidios, divididos entre 3,1 millones en el Nivel 2 y 2,2 millones en el Nivel 3, según cifras del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
La reestructuración en los subsidios es una de las condiciones establecidas en el acuerdo con el FMI para alcanzar las metas fiscales fijadas para los próximos años. De acuerdo con las proyecciones del organismo multilateral, el gasto en subsidios energéticos pasará del 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2024, al 0,5% en 2025.

Desde la llegada de Milei al poder, en diciembre de 2023, las tarifas de los servicios públicos sufrieron aumentos considerables. Según datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, la electricidad se incrementó un 264%, mientras que el gas registró una suba del 622%. Aun así, los técnicos del FMI y del Gobierno coinciden en que los ajustes aplicados hasta ahora no son suficientes para lograr el equilibrio fiscal deseado.
Además del recorte en los subsidios, el plan oficial contempla una reforma estructural del mercado mayorista de electricidad, con el propósito de fomentar la competencia y aliviar la presión financiera en la cadena de pagos del sector. Para eso, la Secretaría de Energía dictó la Resolución 21/2025, que autoriza a las empresas generadoras, transportistas y distribuidoras a celebrar contratos bilaterales de compraventa de energía sin la intervención de CAMMESA, la compañía estatal que administra el Mercado Eléctrico Mayorista.

Esta medida apunta a avanzar hacia un sistema de libre contratación, en el que el precio de la energía surja de acuerdos directos entre privados, con menor intervención del Estado. Según fuentes oficiales, se busca recuperar un modelo que estuvo vigente antes de la crisis energética de principios de los 2000.
Con este paquete de reformas, el Gobierno libertario reafirma su compromiso con un modelo económico basado en el ajuste fiscal, la reducción del tamaño del Estado y la liberalización de los mercados. Sin embargo, el impacto social de estas decisiones aún es incierto, especialmente en un contexto de alta inflación y deterioro del poder adquisitivo.