Aceite de oliva: Buenos Aires, líder emergente en la producción
El sudoeste de Buenos Aires está consolidándose como un polo destacado en la producción de aceite de oliva de alta calidad, gracias a sus condiciones agroecológicas únicas. Esta región, liderada por el partido de Coronel Dorrego, no solo cumple con los estándares internacionales, sino que los supera ampliamente en contenido oleico, reafirmando su potencial en el sector olivícola.
Coronel Dorrego: la nueva Capital Provincial del Olivo
Con aproximadamente 2.500 hectáreas dedicadas al cultivo de olivos, Coronel Dorrego ha sido proclamado como la Capital Provincial del Olivo. En 2022, esta zona aportó el 48 % del millón de litros de aceite de oliva producido en Buenos Aires, evidenciando un crecimiento sostenido.
El investigador del INTA Barrow, José Massigoge, destacó las ventajas de la región:
“Dorrego cuenta con suelos franco arenosos de buen drenaje, ideales para el olivo, además de un clima con inviernos fríos y una amplitud térmica que favorecen una maduración lenta del fruto y altos índices de compuestos beneficiosos”.
Estas características permiten la producción de aceites ricos en polifenoles y con un contenido de ácido oleico superior al 70 %, muy por encima del estándar mínimo del 55 % establecido por el Consejo Olivícola Internacional.
Innovación y sostenibilidad en la producción de aceite de oliva
La olivicultura en el sudoeste bonaerense ha evolucionado significativamente desde sus inicios en la década de 1940, cuando predominaban los métodos tradicionales. Hoy, la región adopta sistemas súper intensivos, que maximizan la productividad con más de 2.000 plantas por hectárea, mecanización avanzada y variedades adaptadas a este modelo.
Federico Hollender, de Finca Don Nicolás en Coronel Dorrego, compartió su experiencia:
“Comenzamos con 40 hectáreas y hoy tenemos 130, incorporando variedades como Arbequina, Coratina, Arbosana y Koroneiki. Apostamos al sistema súper intensivo y a la tecnología para seguir creciendo”.
Proyección y diferenciación
Un grupo de productores y técnicos del INTA trabaja actualmente en estrategias para posicionar el aceite de oliva de la región como un producto con marca territorial, destacando su origen y calidad única.
Este enfoque busca no solo reforzar la identidad de la región, sino también aumentar su competitividad en el mercado global. Argentina, con una producción de 40.000 toneladas anuales y exportaciones de 37.200 toneladas a mercados clave como Estados Unidos, España y Brasil, ya lidera la producción en Sudamérica.
El aceite de oliva producido en Coronel Dorrego no solo destaca por su sabor y calidad, sino también por su durabilidad, atribuida a los altos niveles de polifenoles y antioxidantes. Estos compuestos, presentes gracias a las condiciones climáticas y prácticas agrícolas locales, garantizan un producto premium apreciado tanto en el mercado interno como en el internacional.
Con su enfoque en la innovación, la sustentabilidad y la calidad, el sudoeste bonaerense está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la olivicultura argentina, posicionándose como un referente mundial en la producción de aceite de oliva virgen extra.